ANTONIO NÚÑEZ: Es interesante. Como head hunter en Parangon Partners, las empresas cada vez más piden un líder que sea proactivo, con capacidad para anticiparse a retos y necesidades futuras. Con un estilo como me definía otro de los principales CEOs de este país: “Me gusta el liderazgo flexible y adaptable a distintas situaciones y equipos de trabajo, un liderazgo cercano a las personas que disfruta con la consecución de objetivos”.
EMP:¿Crees que estos mismos CEOs de las empresas del IBEX son los más adecuados para liderar la cuarta revolución industrial de la que hablas en el libro?
A.N: En mis entrevistas he intentado preguntarme y preguntarles cuestiones tan complejas como si están las cúpulas directivas de las grandes empresas preparadas para afrontar el reto de la transformación de la economía digital, o si saben los primeros ejecutivos de las organizaciones cuáles serán las competencias que les van a exigir en el nuevo escenario. Ante todos los nuevos retos, surge el Chief Digital Officer como uno de los aliados más poderosos del máximo ejecutivo de la empresa.
EMP: ¿Qué semejanzas y diferencias ves entre los CEOs de las startups y los de las multinacionales españolas?
A.N: Respecto a las coincidencias, me gustaría referirme a la ejemplaridad y los valores. La ética, el compromiso y la confianza son valores que se generan en el día a día.El ejemplo hace al líder. El liderazgo compartido debe estar basado en la confianza y permitir el desarrollo de las personas de su equipo. Un líder, por encima de todo, debe tener capacidad de influencia. Baltasar Gracián, en el Arte de la prudencia, nos regalaba este consejo: “Don de gentes. Conseguir la admiración general es mucho, pero es más ganar el afecto”. Una gran diferencia es lo que he denominado ‘curiosidad apasionada’ en el libro. Creo que se necesita mucha pasión y curiosidad para dirigir durante años una gran organización con ilusión. La buena noticia, como Adam Bryatt apunta en The corner office, es que esa curiosidad apasionada no sólo viene en la genética, sino que puede cultivarse con “hábito, actitud y disciplina”.
EMP:¿Se necesitan las mismas competencias para liderar un mercado maduro y poco cambiante como los seguros que para liderar otro ágil como las telecos?
A.N: Cada mercado tiene un foco en algunas competencias, pero en todos ellos la eficiencia se ha convertido en un objetivo principal de directivos y empresas que, empujados por la necesidad de ser más competitivos y reducir costes, buscan formas alternativas e innovadoras de trasladar valor a los clientes aprovechando mejor sus recursos. Un líder eficiente debe saber gestionar, en primer lugar, el recurso más escaso: su tiempo.
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